Curiosa manera de despertar,montones de cencerros sonando, lo recuerdo como algo muy divertido que nos hizo saltar de la cama sin saber a qué se debía el ruido. Ocurrió en el Verano del 2009 en Alba de Tormes un bello pueblo de Salamanca y es lo que menos esperábamos encontrar al abrir el balcón.
beeeeeee
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