jueves, 12 de diciembre de 2013

FELIZ DÍA LUCÍA!!


 Aquí otra vez, ahora por santa Lucía que como decía mi padre « acorta la noche y alarga el día» .
  Mi oruguilla roja ahora linda crisálida!, ave fénix resurgiendo con fuerza acaparando todo, todo!. Ávida por aprender, devoradora de sabiduría, rodeada de libros de mil temas diferentes. Repostera con aroma a canela, vainilla, caramelo, limón o menta...
 Manantial inagotable de creatividad, energía a raudales difícil de canalizar, musas desperdigadas por doquier. Siempre tras la tormenta llega la calma y esta dará paso a una nueva Lucía con más fuerza y valores reforzados, de ideas más claras, todo corazón, sensibilidad, bondad... en resumen más bella y linda aún, si se puede!!
 Felicidades mi niña, mi Lucy... que tus ojos sigan iluminando nuestras vidas y tu sonrisa nuestros corazones! sólo deseo para ti, la misma felicidad que sentimos cada día al mirarte, al tenerte de compañera en este largo camino de la vida. Felicidades Lucía! como te dije en otra ocasión « nunca mejor nombre para un ser con tanta luz cómo tú»

domingo, 8 de diciembre de 2013

LA SONRISA ETRUSCA


La historia se desarrolla en Milán a donde Salvatore Roncone, un viejo cascarrabias, tozudo y extraordinariamente apegado a la tierra calabresa en la que nació, es trasladado por su hijo Renato para ser tratado de un cáncer.
En la gran ciudad encara el choque de dos mundos: el de su hijo y esposa, quienes, junto a su único hijo, Brunetino, de trece meses de edad, forman una típica familia burguesa y urbana, con el suyo en el sur de Italia, mundo de sabores, de olores, de rancias y machistas costumbres y de rencillas familiares.
El pequeño nieto se llama Bruno, nombre que hace feliz al abuelo, pues, aun ignorándolo su propio hijo, era el nombre que recibía Salvatore en la clandestinidad partisana. Se establece así una relación entre el abuelo y el nieto, en quien vuelca su ternura y a quien intenta transmitir su amor por la vida, que a él, como consecuencia de la enfermedad, se le va escapando.