Qué decir, qué escribir? Díficil asimilar, comprender, vivir con tu ausencia ya siempre, sin tus buenos días, buenas tardes, buenas noches, sin nuestras innumerables charlas que más de un sermón por mi parte te tragabas sin casi rechistar, otras veces colgabas tú o yo por la imposibilidad de llegar a un acuerdo satisfactorio para ambos para más tarde y siempre tú ya más calmado y sereno escuchar, las más hablar, hablar y hablar hasta liberar todo, porque la mayoría de las veces solo necesitabas de alguien a quien contar a veces tu razón otras tu sinrazón.
Eras el mejor enfermero pero el peor enfermo, todas las enfermedades creías pasar, de todas las medicinas conocías sus efectos a fuerza de probar y de leer sus prospectos, pocas plantas te eran desconocidas, no había tema por raro que pareciese en el que tú no opinases y del que no te hubieses documentado, siempre inmerso en tus numerosos libros, lupa en mano.
La guitarra tu eterna compañera, testigo nunca mudo de tu inmensa creatividad, dueña y señora de tu alma entera y de la de los que teníamos el privilegio de sentir en nuestras entrañas como tus hábiles dedos acariciaban y rasgaban sus cuerdas .
La mesa toda llena de apuntes, partituras, libros, y ceniceros repletos de colillas asesinas que te iban robando segundos de vida en cada maldita calada!.
Toda tu vida por una causa o por otra fue intensa y el final no podía ser menos, la intensidad nos sacudió a todos de forma brutal, de un día para otro, cada noticia nueva era peor a la anterior y así sucesivamente un no parar.
Aquí estamos ahora tu familia sin tí, sin nuestro hermano pequeño que a veces para bien y otras para no tan bien nos hacía la vida diferente ni mejor ni peor, era y será en nuestro recuerdo un alma sensible, a veces perdida explorando los numerosos senderos de este mundo buscando un sitio donde ser el mismo, deseo y espero que lo encontrases, deseo y espero haberte podido acompañar o ayudar en tu búsqueda.
Siempre estarás en mi corazón y en mi memoria. Dale un beso enorme de mi parte al papá y a la abuela que sé que te arroparan en tu descanso.
