AHÍ VA OTRA DE RECUERDOS

Como cuenta mi hermana en su blog, en Sevilla, en julio o Agosto, por las noches y sin aire y sin nacer el que lo inventó, pues para ver la tele al fresco mis padres la ponían en el segundo comedor que había una puerta que daba al patio, allí sacábamos las sillas colchones o simplemente en el suelo pelao que era más fresco, apagábamos la luz por los mosquitos y veíamos las series de aquellos tiempos. Mi padre se ponía justo debajo de una ventana que daba al cuarto de baño y como se le cansaban los brazos se agarraba de vez en cuando a la reja . Mi hermana entró en el baño y la oímos gritar corrimos en su busca y estaba muerta de miedo y no paraba de gritar diciendo que había un dedo en la ventana. Más de uno de nosotros tuvimos que beber agua con un poco de vino que es lo que se daba antes para los sustos. La noche terminó con todos nosotros ( ya mejorados del susto ) muertos de la risa. En otra entrada os relataré otra historia de ventana y manos con mi hermana y yo de protagonistas y mi padre de víctima.