sábado, 4 de febrero de 2012

A MI PADRE



Día de celebraciones por partida doble, dos de las personas más importantes de mi vida nacieron en este día. Me faltaba un relato por escribir, me faltaba tu relato papá. Hoy hubiese sido tu cumpleaños, de hecho aunque tú no estés, los que te queremos seguimos teniendo un pensamiento feliz para ti, eso es precisamente lo que quiero plasmar en el papel «mi pensamiento feliz».

Ha tenido que pasar mucho tiempo para poder recordarte sin que el dolor ahogase mi garganta, no se si hoy lo voy a conseguir, pensaré en los momentos felices a tu lado, momentos que nada ni nadie podrán borrar de mi mente nunca jamás!, parte de como soy hoy en día te lo debo a ti papá, a tu generosidad, alegría y saber estar en la vida. Amigo de tus amigos, siempre tenias la palabra justa en el momento oportuno.

Cuándo te necesité estuviste ahí, a mi lado, apoyándome en todas mis decisiones, aunque no fuesen las acertadas. Mi padre, mi amigo, mi confidente... no me faltó tú sonrisa cuando tenia la lágrima a punto de salir, ni un abrazo, ni un beso, ni una palabra de consuelo en mis desconsuelos.

Era, soy y seré «la tegua chiqueta» la que de bebé te cogía del dedo para dormir, la que mecías y cantabas en la silla bajita de enea que amenazaba con partirse en mil pedazos y que resistió a los cuatro hermanos y algún que otro nieto. La que acompañaste al cine una tarde en la que mis amigas me plantaron y te colocaste el abrigo que tan poco me gustaba pero aunque te dormiste nada más empezar la película, estuviste allí, a mi lado.

Tus ojos húmedos el día de mi boda, en el nacimiento de mis hijos, nuestros momentos de risas que fueron muchos, nuestras charlas interminables, el poder contar contigo siempre siempre, tus visitas inesperadas y esperadas cuando me sentía enferma... son muchas cosas papá, demasiadas para olvidar por muchas vidas que viviese no podría agradecerte todo lo que me distes, todo lo que me enseñaste. Me quedaron montones de besos y de abrazos por darte, de te quiero por decirte, de secretos que contarte, de alegrías y paseos que compartir, de carcajadas por reír...

Cuanto me gustaría que por un momento pudieses ver y comprobar las personas tan maravillosas que son tus nietos, hoy en día ya hombres y mujeres, tan lindos todos como su abuelo y con su mismo corazón. Uno tiene tu sonrisa papá, la otra tus ojos y sensibilidad, la formalidad y puntualidad el otro, otra tus puntos divertidos y la más pequeña al igual que tú, todo bondad. Cada uno de ellos me recuerdan a ti papá.

Desde que te fuiste he pasado momentos buenos y algunos menos buenos y de algún modo has estado presente en todos ellos, te aseguro que nunca me ha faltado ni me faltará un pensamiento feliz para ti papá, desde aquí darte las gracias no por tu presencia de la que desgraciadamente no puedo ya disfrutar, pero si por todos los momentos vividos a tu lado.



MIL GRACIAS PAPÁ!!