Feliz y a la vez triste día del padre!!
Hola papá, de nuevo aquí, intentando dejar volar mis sentimientos, para que de alguna manera lleguen hasta ti.
Me cuesta dejar mi día a día, que tanto me ha dolido y me duele vivirlo sin tu presencia física, para vivir la realidad de tu ausencia. En esta andadura diaria, terminamos por asimilar todo lo que conlleva el solo hecho de estar aquí.
Soy inmensamente feliz porque tengo guardados, a buen recaudo, los bellos e inolvidables momentos vividos a tu lado, con eso me conformo, su dolor me ha costado llegar a esta situación.
Pienso que lo justo es felicitarme yo, porque la vida, el destino o lo que fuese, me pusiera en tan adorables, acogedores, protectores, tiernos... brazos.
Mi padre, bella persona!! Vaya con mi valenciano favorito, siempre haciendo patria!!
No todo fue perfección para ambos, también te tocó lidiar con una adolescente «hippylona» terca hasta la saciedad, imposible, siempre creía llevar la razón, jaja los genes se repiten, dímelo a mi.
De ti aprendí a resolver situaciones, no olvidando como eramos en determinados momentos y ante determinadas vivencias, y así comprender mejor a la otra persona, vamos te debo también para mal o para bien, mi tremendo y temido memorión, así como tu peculiar humor ante la vida.
Mi alborotador padre!! fuese a donde fuese se hacía notar, siempre con su tremendo vozarrón tan mediterráneo, y que más de un miembro de su «prole» hemos heredado, me encanta descubrir en tus nietos, tu trocito, y puedo asegurar que todos y cada uno de ellos lo tienen, vamos, genes como esos no se pierden, se transmiten de generación en generación, la mejor forma de vivir eternamente!!
Que más decirte en este relato, que no te haya dicho ya, en tantos otros, y que te seguiré diciendo, en los que me quedan por escribir, si la vida me lo permite. Que te quiero muchísimo, que te echo de menos aún más, que estas presente en mi día a día, que doy gracias a la vida por ponerme en tu camino, por todo ello. Feliz día del padre!! pero triste porque tú no estás.
P.D. Calle Julio Ángel de Jaén.
Hola papá, de nuevo aquí, intentando dejar volar mis sentimientos, para que de alguna manera lleguen hasta ti.
Me cuesta dejar mi día a día, que tanto me ha dolido y me duele vivirlo sin tu presencia física, para vivir la realidad de tu ausencia. En esta andadura diaria, terminamos por asimilar todo lo que conlleva el solo hecho de estar aquí.
Soy inmensamente feliz porque tengo guardados, a buen recaudo, los bellos e inolvidables momentos vividos a tu lado, con eso me conformo, su dolor me ha costado llegar a esta situación.
Pienso que lo justo es felicitarme yo, porque la vida, el destino o lo que fuese, me pusiera en tan adorables, acogedores, protectores, tiernos... brazos.
Mi padre, bella persona!! Vaya con mi valenciano favorito, siempre haciendo patria!!
No todo fue perfección para ambos, también te tocó lidiar con una adolescente «hippylona» terca hasta la saciedad, imposible, siempre creía llevar la razón, jaja los genes se repiten, dímelo a mi.
De ti aprendí a resolver situaciones, no olvidando como eramos en determinados momentos y ante determinadas vivencias, y así comprender mejor a la otra persona, vamos te debo también para mal o para bien, mi tremendo y temido memorión, así como tu peculiar humor ante la vida.
Mi alborotador padre!! fuese a donde fuese se hacía notar, siempre con su tremendo vozarrón tan mediterráneo, y que más de un miembro de su «prole» hemos heredado, me encanta descubrir en tus nietos, tu trocito, y puedo asegurar que todos y cada uno de ellos lo tienen, vamos, genes como esos no se pierden, se transmiten de generación en generación, la mejor forma de vivir eternamente!!
Que más decirte en este relato, que no te haya dicho ya, en tantos otros, y que te seguiré diciendo, en los que me quedan por escribir, si la vida me lo permite. Que te quiero muchísimo, que te echo de menos aún más, que estas presente en mi día a día, que doy gracias a la vida por ponerme en tu camino, por todo ello. Feliz día del padre!! pero triste porque tú no estás.
P.D. Calle Julio Ángel de Jaén.
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